domingo, 1 de junio de 2008

Jazz Band de la Banda Nacional de Cartago


Jazz Band de la Banda Nacional de Cartago se presentará el lunes 16 de junio de 2008 en el Teatro de Bellas Artes a partir de las 7:00 p.m.
La entrada es libre y se puede obtener más información al 2207-5529.


Trombones Boston University


El Decanato de la Facultad de Bellas Artes les invita al concierto de Trombones Boston University, que se realizará el miércoles 09 de junio de 2008 a las 7:00 p.m. en el Teatro de Bellas Artes.
Para dicha actividad la entrada es libre, más información al 2207-5529.

sábado, 26 de abril de 2008

La partitura latinoamericana

Eddie Mora Bermúdez
Decano
Facultad de Bellas Artes

Legado sonoro

No cabe la menor duda de que existe un importante número de actividades culturales que podrían considerarse de interés nacional.

La expresión sonora (para utilizar un término que abarque una mayor cantidad de géneros y estilos musicales), que hemos heredado y que se hace día a día, naturalmente, forma parte de nuestra existencia. Esta, se da de múltiples maneras en todas las esferas de la sociedad, y como en cualquier otra manifestación humana, responde a una determinada realidad que se resume en una apreciación particular.

En Latinoamérica, al día de hoy, la mayor parte de ese legado musical está por ser descubierto. Citando algunos casos, se puede decir que el legado sonoro de antes y después de la Colonia sigue siendo, para la gran mayoría de nosotros, un tema inexplorado, poco estudiado, apenas abordado por un puñado de profesionales, entusiastas intérpretes de la música. Similar suerte corre la obra musical correspondiente al periodo de la Independencia y la compuesta hasta nuestros días. Este aparente desinterés, es solo el fragmento visible de una problemática más compleja, que se ha venido trasladando generacionalmente a lo largo de años, que toca el tema de la cultura, en general, y de cuánto y cómo nos vemos identificados y reflejados en ella.

Desarrollo integral

En muchos de nuestros países, el estudio, la interpretación, la difusión y la inserción de la obra musical latinoamericana “popular” y de “concierto” (terminología que hoy en día no representa a cabalidad la diversidad del paisaje sonoro contemporáneo) en las estructuras sociales, no han formado parte de los planes estatales, ni de la iniciativa privada de forma seria. Claro está, no se puede generalizar. El proceso de reconocerse a sí mismos en la propia cultura ha sido abordado, en algunos países, de diferente manera y con éxito desigual, gracias a lo cual, a la fecha, contamos al menos con varios materiales de consulta.

Mientras algunos han dado énfasis a la investigación y la difusión del acervo musical propio, con la creación de institutos dedicados al desarrollo de programas especializados, en otros, la preocupación ha girado alrededor de una reproducción estereotipada y desgastada de cánones, en áreas como la educación musical e instrumental. De estos procesos se han obtenido diversos resultados, que merecen ser evaluados después de décadas de práctica.

Por supuesto, que una cosa no excluye a la otra, el área que se debe cubrir es extensa y variada; no obstante, no hay razón para que bajo un criterio sopesado, se impida establecer un orden y un plan de desarrollo coherente en varias direcciones. Este, nos permitiría establecer un balance hacia un desarrollo mucho más integral.

Lo que sí abunda son los proyectos efímeros, que adolecen de seguimiento elemental, estudio analítico, objetivo y concienzudo que permita fortalecer los aciertos o, por el contrario, corregir los errores y rectificar el rumbo.

Instrumentalismo y algo más

La formación de profesionales se ha centralizado en los campos instrumental y docente. Estos puntos son pieza importante en el desarrollo global, pero el panorama contiene muchos más elementos por tomar en cuenta.

En el plano de la vida musical profesional, parte de la inversión económica y de las intenciones del Estado se ha dirigido, en el mejor de los casos, a la formación de profesionales en estas áreas. El resultado es obvio, se ocupan los espacios en los grupos orquestales, de cámara o en los proyectos alternativos y, por supuesto, en las aulas.

La preparación de un profesional en cualquier rama del arte es compleja. Esta se compone de múltiples elementos afines, imprescindibles a la especialidad. En esto, la exigencia en la formación de un cuadro en el área de la música, concretamente, no difiere en nada de la requerida en cualquier otra disciplina. La formación profesional de instrumentistas y docentes es un paso fundamental, de vital importancia para asegurarse un desarrollo musical estable; sin embargo, el asunto no termina allí. Existen muchas otras áreas y disciplinas de suma importancia que completan el espectro cultural y que, a la fecha, no figuran con la fuerza necesaria en las agendas de desarrollo, dentro de las cuales habría que preparar especialistas. Citaré algunas concernientes a la música: la musicología, la restauración y conservación del acervo musical, la gestión cultural, entre otras.

Espacios y difusión

En relación con los espacios físicos (entiéndase salas de concierto, espacios para el aprendizaje instrumental y teórico musical, estudios de grabación, etc.) el tema no es menos preocupante. Son muy pocos o no hay lugares al alcance que reúnan las condiciones mínimas.

La contratación de músicos de grabación y reproducción física del material sonoro, como se conoce tradicionalmente en discos compactos, por citar un ejemplo, es onerosa. Su distribución y mercadeo es prácticamente imposible realizarla con algún éxito, de no ser acogido por alguna empresa especializada, nacional o transnacional, que vislumbre algún tipo de utilidad económica. Los espacios en donde se desarrolla la docencia son inadecuados, con altos índices de contaminación sonora. Las salas de concierto, en muchos casos, no reúnen las condiciones idóneas para uno u otro tipo de muestra.

A pesar de esas condiciones anómalas, gracias al progreso tecnológico, se ha abierto un espacio virtual (asequible por un pequeño porcentaje de la población), que ha posibilitado la apertura de una nueva etapa en el intercambio de información y de productos, que nos permite estar al tanto, casi sin ninguna restricción, de mucho de lo que se genera, tanto en los grandes centros mundiales, como en la periferia. Esto ofrece una ventana real a los países menos privilegiados por las estructuras civiles o comerciales, generando un intercambio que, sin lugar a dudas, ha venido a fortalecer el conocimiento de lo que mundialmente se produce en todas las áreas y, claro está, en el campo específico de la música, tanto para los que habitamos dentro de una misma zona geográfica, como para nuestros vecinos cercanos y distantes.

Aun así, todas estas nuevas ventajas que nos ofrecen el mundo moderno y la tecnología, son solo una herramienta más que de ninguna manera vienen a sustituir las necesidades de infraestructura que sufrimos.

Los espacios aptos son indispensables, así como la comunicación-información a los habitantes, acerca del acervo sonoro, histórico y contemporáneo del orbe, que dé a conocer la obra musical; tema que debe estar siempre sobre el tapete y que, en realidad, muy a duras penas, se cumple con el mínimo necesario.

Países como Cuba, México, Argentina, Chile o Brasil, cada uno a su manera, han sabido estar a la vanguardia o, por lo menos, tener una propuesta competente. El escenario en la mayoría de nuestros países dista mucho de lo idóneo.

Y nosotros, ¿cómo estamos?

La situación en nuestro país en relación con lo antes expuesto, no es muy diferente de lo que se vive, en aspectos generales, en otros sitios de Latinoamérica, tanto en lo positivo como en lo negativo.

En las últimas décadas, Costa Rica ha venido posicionándose en el área y, poco a poco, ha ido creciendo el interés por entender esta problemática.

Los esfuerzos académicos de algunas pocas personas a lo largo de siglo XX, fortalecidos, fundamentalmente, con la iniciativa de instituciones y universidades estatales, mantienen vivo el tema. Un nuevo aire se gesta a partir de la década de los noventas, promovido por los mismos artistas, compositores, intérpretes, docentes e investigadores, abriendo espacios de información y de intercambio académico.

Cada día que pasa, la obra musical costarricense figura con mayor frecuencia en los medios de comunicación masivos, programas populares y de las agrupaciones sinfónicas, y de cámara nacionales y extranjeras. Pero en este incipiente movimiento, podría suceder lo peor: dormirnos en los laureles o deslumbrarnos por el aplauso de un público agradecido, asumiendo que ya se cumplió con la tarea.

Los temas para lograr un desarrollo integral siguen ahí, aguardando un análisis profundo. La discusión y reflexión sobre los grandes temas de la cultura nacional no tienen el empuje que se necesita. La poca conciencia en la importancia de promover y apoyar el estudio, la conservación, la interpretación, la grabación, la difusión y la creación de la obra musical e insertarla en la comunidad en todos sus niveles, es una realidad con la que tenemos que convivir.

Aclaro y recalco que la intención de estas líneas no es reprobar o reclamar una situación histórico–social que hemos venido arrastrando durante décadas, sino llamar la atención, que ya iniciado el siglo XXI, el tema generacionalmente nos incumbe. El papel de los artistas de moldear un cambio cualitativo es fundamental, y creo, firmemente, que la respuesta a muchas de estas inquietudes está en nuestras propias propuestas y en la visión periférica que tengamos del tema. La calidad de los frutos que se alcen el día de mañana dependerá de lo que sembremos nosotros hoy.

Como podemos percatarnos, el tema es amplio y se presta para la reflexión. Posiblemente, haga falta un “Centro de Estudios de la Cultura Costarricense”, en donde se aborden estos temas, tanto los específicos como los que transversalmente tocan otras disciplinas, y perderle el miedo a la evaluación, al asesoramiento, así como a la crítica interna y externa.

Propuesta universitaria: VII Seminario de Composición Musical 2008

“A Jorge Debravo, en el 70 aniversario de su nacimiento”

Como hemos venido reseñando, la apertura de espacios dedicados al quehacer musical contemporáneo va ganando más presencia en la escena cultural costarricense.

Desde hace ya unos años, la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional, representadas por sus escuelas de música, con el aporte de las vicerrectorías y facultades, los centros culturales instalados en el país y las asociaciones musicales, han dirigido su mirada al arte sonoro contemporáneo, apostando conjuntamente a un proyecto que, con el paso del tiempo, se consolida, convirtiéndose en un evento muy esperado por estudiantes, profesionales y por el público en general.

La cooperación con instancias culturales como el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, el Teatro Eugene O’Neill, el Instituto de México, el Centro Cultural de España, la Asociación de Compositores y Autores Musicales (ACAM), la Radio Universidad Clásica y Radio U, también con las Embajadas de Holanda y Estados Unidos, ha fortalecido el proyecto en sus distintas versiones anuales.

A lo largo de estos años, al Seminario de Composición Musical nos han visitado los compositores Yuri Vorontsov (Rusia), Carlos Micháns (Argentina–Holanda), Luis Jorge González (Argentina–Estados Unidos), Aurelio Tello (Perú), Carlos Vázquez (Puerto Rico), Alejandro Escuer (México), Rodrigo Sigal (México), Kyle Gann (Estados Unidos), y otros. Así como, intérpretes y ensambles, entre los que sobresalen, el Cuarteto de Cuerdas de los Países Bajos, el Seattle Chamber Players, el pianista Yakov Kassman, el violinista Tjeerd Top (concertino de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam), y músicos de diferentes universidades de los Estados Unidos, entre otros.

En lo que concierne a lo académico, la historia de la expresión sonora contemporánea no ha quedado por fuera, la musicóloga rusa, Elena Dubinéts, desarrolló en dos ocasiones, cursos especializados; el musicólogo Aurelio Tello, por su parte, hizo lo propio con la temática latinoamericana, dando a conocer la música desde la Colonia hasta nuestros días, fruto de la investigación en el área. Otras tendencias como la música electroacústica también han tenido su espacio.

Por nuestra parte, los ensambles más representativos de nuestro país se han unido alrededor de este evento, entre ellos: el Cuarteto de Fagotes Phoenix, el Quinteto Miravalles, el Ensamble Contemporáneo Universitario, el Café Chorale, y otros conjuntos más; así como, profesores y estudiantes de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica, y de la Escuela de Música de la Universidad Nacional.

En esta ocasión, el VII Seminario de Composición Musical 2008, se ha dedicado al poeta costarricense Jorge Debravo, en conmemoración del 70 aniversario de su nacimiento.

Transitaremos por los sonidos y la historia de nuestro continente, ofreciendo a todos la oportunidad de conocer, aprendiendo y compartiendo, parte de lo que nuestra tierra ha creado. El tema central de las conferencias en esta oportunidad es “El Nacionalismo Latinoamericano en la Música”, tema que nos confronta con la búsqueda de lo propio. También se realizarán, como es costumbre, una serie de conciertos y encuentros con personalidades internacionales especialmente invitadas.

Contaremos con la presencia de los maestros compositores Guido López–Gavilán (Cuba), Javier Álvarez (México) y Aurelio Tello (Perú), y una amplia representación costarricense encabezada por Álvaro Esquivel, Carlos Escalante, Alejandro Cardona, Marvin Camacho, Carlos Castro, Fidel Gamboa, Otto Castro, Pilar Aguilar, Mario Alfaro y Eddie Mora.

Nuevamente, artistas del medio nacional como la Banda Sinfónica del Instituto Nacional de Música, dirigida por el maestro Alejandro Gutiérrez, junto al violinista Erasmo Solerti; el Cuarteto de Cuerdas UNA, el Quinteto Miravalles, la cantante Raquel Ramírez, el Café Chorale, SAXUCR, el pianista Manuel Matarrita, junto a profesores y estudiantes de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Nacional, en un solo gesto, y en varios conciertos, colmarán con los sonidos del repertorio latinoamericano, los escenarios dispuestos para la ocasión.

I Festival en Bellas Artes

Para este año, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, dará inicio al proyecto cultural “I Festival en Bellas Artes”, que reúne al VII Seminario de Composición Musical con el espectáculo interdisciplinario denominado “Muerte mía”, con textos de Jorge Debravo, el cual estará a cargo del Teatro Universitario y la Escuela de Artes Dramáticas. También, habrá una mesa redonda en la que se comentará la obra del poeta turrialbeño, organizada por la Maestría en Artes, además de un certamen de carteles sobre la temática de Debravo, que se expondrá en la Galería de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica.

Este es el inicio de un ciclo en la Facultad, que fusionará la expresión artística interdisciplinaria alrededor de un personaje cultural de nuestra historia. En el 2009, se le rendirá tributo a Manuel de la Cruz González; después, en esta primera etapa, se dedicará el 2010 al compositor Julio Fonseca.

Es mucho lo que le debemos a nuestra propia historia, desde la reivindicación del patrimonio cultural hasta la apertura de nuevos espacios experimentales, y es en esta dirección que se ofrece el encuentro con nuestras letras y sonidos, llegando hasta la apropiación de las imágenes. Dichosamente, hoy en día, en eventos culturales alternativos como el que proponemos, se abren espacios a la aventura del conocimiento.

Todas las actividades son gratuitas y abiertas a la comunidad nacional. Resta solo invitarlos a participar.


Debravo eternamente joven

Alí Víquez, M.L.
Escuela de Filologia, Lingüística y Literatura

De no ser por las aciagas circunstancias conocidas, Jorge Debravo hubiera cumplido setenta años el 31 de enero pasado, una edad en la que –cabe esperar-- estaría aún en plena producción poética. La afirmación no deja de suscitar la extrañeza: un Debravo vivo y maduro resulta inverosímil –creo-- sobre todo entre los escritores y los lectores jóvenes y ya no tan jóvenes de Costa Rica, para quienes él ha sido siempre algo así como el presidente de nuestra Sociedad de los Poetas Muertos. El talento y la fatalidad hicieron de Debravo una figura poco menos que mítica: el joven desbordante de inspiración se detuvo en el tiempo en el imaginario de las generaciones posteriores, que repitieron sus versos con una fascinación que en ocasiones se agotó y dio lugar al escepticismo, pero que en ningún caso –me parece—ha dado paso a la indiferencia.

¿Qué tiene Debravo, qué lo ha hecho ocupar ese sitio? No es mi intención el darle a esta pregunta una respuesta más que puramente personal. De todos modos, no creo que se pueda resolver con objetividad el asunto. El primer gran atractivo de Debravo para mí ha sido siempre su autenticidad, que es una digamos que variable muy incierta en la literatura. ¿Cómo saber cuándo un poeta dice la verdad acerca de lo que siente o lo que piensa, cómo diferenciarlo de ese otro gran impostor lírico que únicamente ha perfeccionado sus malabarismos retóricos para fingirse auténtico? Si Juan Ramón Jiménez, como se cuenta, molía a patadas a los burros y demás seres vivientes, ¿cómo averiguar que la prosa de Platero no es auténtica? No lo sé: de hecho, creo que no hay manera de saberlo. Uno solo decide creer que alguien es sincero porque así lo parece; en esto el riesgo se corre tanto en la literatura como en la vida y en ambos casos lamentarás la equivocación si luego se te comprueba. Pero a mí hasta ahora nadie me la ha comprobado con Debravo, de manera que sigo creyendo. Cada día más, por cierto. Muchas veces lo encontré equivocado, sobre todo cuando insiste en sus posturas maniqueístas (veía el bien y el mal tan claramente diferenciados como en película de John Wayne) o cuando se pone en plan religioso y le habla a Cristo como si evidentemente estuviera ahí una divinidad cuyo amor por la humanidad nunca ha constado en actas, a menos que le demos al sadismo el nombre de amor; pero ni siquiera en estos dos casos he podido dejar de creerle que habla con sinceridad. En mi primera juventud, me molestaban bastante estos desacuerdos; ahora en cierto modo he llegado a acostumbrarme a ellos. Me siento mucho más comprensivo; después de todo, Debravo sigue sin cumplir los treinta y yo ya pasé los cuarenta: me corresponde actuar con madurez al juzgarlo; él seguirá eternamente joven mientras los demás envejecemos.

Es que, además (y esto no es poco), su intenso amor por el hombre lo salva de sus errores. Creía en Cristo no por el motivo que mueve a la mayoría, el temor a la muerte personal, sino por la empatía del poeta hacia el ideario de solidaridad del profeta. Al estilo de Carlos Fuentes, no pensaba que Jesús resucitara a los muertos (es lo que yo interpreto del verso que define el morir como un “entregar la batalla a otras manos”), sino que él resucitaba a los vivos, por demostrar que el ser humano posee un valor sagrado. Sentía la urgencia de combatir los grandes errores históricos de la humanidad, como la guerra, la desigualdad, la injusticia, la repartición obscena de la riqueza. Por eso tendía a esquematizar y, en su afán de denunciar los problemas, veía el mundo social en blanco y negro. Amaba a la mujer con esa primera intensidad que ciega ante la realidad del otro e idealiza; acaso su poesía amatoria es tan hermosa porque nos habla solo de ese momento primigenio del erotismo en que después –más sabios pero más tristes-- anhelamos habernos anclado. Debravo se detuvo frescamente en su ideario de muchacho pero acompañado de su talento de gran poeta, comunicante y novedoso: en esta combinación están cifrados su éxito, su permanencia.

Renglón aparte merece ese talento comunicativo de Jorge Debravo. Neruda (otro gran comunicador, en el mejor sentido de la palabra) dijo que hay poetas a los que solo su amada los entiende, posiblemente porque se toman el trabajo de explicarle sus textos, y esto es muy triste; pero que hay otros a los que hasta los burros les entienden, y esto también es muy triste. Un buen poeta aspiraría según esto a ser un comunicador que no cae en el facilismo, porque no hay nada más sencillo que el lugar común. Metidos en los campos del “todo se entiende”, nos movemos en la mera expresión vulgar. Pero si transitamos en el “nada se entiende”, entonces no habrá quien nos aguante: incluso la amada llegará a padecer el hastío. Debravo se da a entender con un lenguaje que sin recurrir a las trampas de la cripticidad te hace descubrir nuevas maravillas escondidas en las palabras más simples: “el amor bajo el hombre está creciendo”, “tengo piel y esperanza” son solo dos de los ejemplos más conocidos de ese extraordinario talento que convierte en nuevo y bello lo que se halla usado y ya sin gracia en el lenguaje ordinario. Afirmo que este es su gran valor puramente estético, el cual, sumado al anterior valor humano, le da una ventaja ante quienes cojean: ni Juan Ramón Jiménez ni León Felipe. Debravo es sincero y su violín no está roto.

Entiendo que hay una generación, más joven que la mía, que no lo admira demasiado uniformemente. Reitero que aunque algunos no lo toleren, tampoco le son indiferentes; para hablar mal de él lo han tenido que conocer, y la mayoría lo hace. Posiblemente se han distanciado de él por haber sido el favorito de quienes consideran unos viejos. O ven a Debravo como uno de los ídolos recuperados por el sistema. Esto último quizá sea cierto, y aquí es imposible entrar en detalles, pero no habría que perder de vista el hecho de que se trataría de una “recuperación”, es decir, de un proceso de apropiación de lo marginal por parte de las instituciones del poder. Más allá de eso, Debravo es todo lo contrario de un poeta que canta complacientemente para quienes se hallan en la vida y en la sociedad de manera confortable. Por el contrario, solo se lo podría maljuzgar por medio de un cinismo que por desgracia reina en ciertos espacios; allí están sus enemigos. Los que pretenden que todo está mal, y que eso no importa, porque solo importan la propia fatiga en el mundo, la propia decepción y el propio aburrimiento, no pueden sino encontrarse muy a disgusto con Debravo. Porque a este hay que leerlo como dice Todorov que se ha de leer la literatura, como un discurso orientado hacia la moral y hacia la verdad, y tanto peor para quienes se horrorizan ante las grandes palabras. Podemos diferir de Jorge Debravo en cuanto a sus nociones de verdad y de moral, pero creo que no deberíamos pasar por alto su compromiso con una búsqueda que él juzgó, con razón, urgente.


sábado, 12 de abril de 2008

I Festival en Bellas Artes, VII Seminario de Composición Musical, Producción Interdisciplinaria: Muerte Mía,Exposición de Carteles y lectura de poemas



Presentación

La apertura de espacios dedicados al estudio, interpretación y difusión del quehacer musical contemporáneo van con el tiempo ganando más presencia en la escena cultural costarricense.

Desde hace unos años, la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional, representadas por sus escuelas de música, con el aporte de centros culturales instalados en el país y de asociaciones musicales, han dirigido su mirada al arte sonoro contemporáneo, apostando conjuntamente a un proyecto que, con el paso del tiempo, se consolida, convirtiéndose en un evento muy esperado por nuestros estudiantes, profesionales y por el público en general.

El “VII Seminario de Composición Musical”, transita por los sonidos y la historia de nuestro continente, ofreciendo a todos la oportunidad de conocer, aprendiendo y compartiendo, parte de lo que nuestra tierra ha creado musicalmente. El tema central de las conferencias en esta oportunidad es el “Nacionalismo Latinoamericano en su Música”, tema que nos enfrentará con nosotros mismos en esa búsqueda de lo propio. También se realizará, como es costumbre, una serie de conciertos y encuentros con personalidades internacionales, especialmente invitadas.

El “VII Seminario de Composición Musical” estará dedicado al poeta costarricense Jorge Debravo, en conmemoración del 70 aniversario de su nacimiento. Su obra poética se unirá a los sonidos en un concierto especial, así como en un espectáculo interdisciplinario y una mesa redonda.

Es mucho lo que le debemos a nuestra propia historia, desde la reivindicación del patrimonio sonoro hasta la apertura de espacios experimentales, pero dichosamente, hoy, en eventos culturales alternativos como este, se abren espacios a la aventura del conocimiento.

Todas las actividades son gratuitas y abiertas a la comunidad. Resta sólo invitarlos a participar.


Eddie Mora, Alejandro Cardona

Comité organizador


VII Seminario de Composición Musical 2008

“A Jorge Debravo, en el 70 aniversario de su nacimiento”

I Festival en Bellas Artes


>>> Lunes 21 de abril

9:00 – 12:00

Sala 107 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Conferencia: La música cubana hoy

Guido López - Gavilán (Cuba)


>>> Martes 22 de abril

9:30

Vestíbulo de Letras

Nosotros los poemas

Lcda. Sonia Jones

19:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

Concierto: “Martes por la noche”

Programa:

Alejandro Cardona (Costa Rica, 1959)

Tlanehuatl (cuaderno segundo), Variaciones sobre La Paulina (2005) para piano. Ifigenia Lejarza - piano

Tlanehuatl (cuaderno tercero) (2006) para piano, violín y violoncello

Erasmo Solerti – violín, Elena Kharina – violonchelo y Debora Singer.

Guido López - Gavilán (Cuba, 1944)

¡Mambo! para quinteto de alientos

Quinteto Miravalles: Carlos Umaña - flauta, Rony Mora – clarinete, Manuel Rojas – oboe, Manuel Mora – corno francés, Carlos Ocampo – fagot.

¡Que saxi! para cuarteto de saxofones

Cuarteto de saxofones “SAXUCR”: Javier Valerio - saxofón soprano y alto, Harold Guillén - saxofón alto, Walter Sánchez - saxofón tenor, Pablo Sandi - saxofón barítono.

Eddie Mora (1965 - Costa Rica)

“Silencio V” (2007) para violín solista, ensamble de vientos, arpa, piano y percusión.

Erasmo Solerti – violín solista.

Banda Sinfónica del Instituto Nacional de Música

Alejandro Gutiérrez – Director


>>> Miércoles 23 de abril

9:00 – 12:00

Escuela de Música

Universidad Nacional

Conferencia: Javier Álvarez (México) habla sobre su obra.

19:00

Instituto de México

“MUNDOS IMPOSIBLES”

Curaduría: Otto Castro

Muestra de videoarte y música electroacústica

Documental

Coordinación e idea original: Otto Castro

Fotografía y producción: Adela Marín

Edición: Melissa Rivera

Patrocinado por la Universidad Veritas

Programa:

Música: Hann Holger Rutz / Video: Cem Akkan

Prélude (Alemanía - Turquía)

Música y video: Rodrigo Sigal

Vida Lunar (México)

Música: Federico Reuben / Video: Hee – Seung Choi

Daddy, buy me a radio money (Costa Rica - China)

Música: Tito Oses / Video: Ana Martén

Anecdotario (Costa Rica)

Video y música: James Bohn

ICE 9 (Estados Unidos)

Música: Otto Castro / Video: Lucía Madríz

Naturalmente enumerado (Costa Rica)

Música: Rodrigo Sigal / Video: Camila Villagrán

Miedo Líquido (México)

Música: Eddie Mora / Video: Ana Muñoz y María Bonilla

…en el lugar en el que ocurre lo que es cierto… (Costa Rica)


>>> Jueves 24 de abril

9:00 – 12:00

Sala 107 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Conferencia: Guido López - Gavilán habla sobre su obra.

19:00

Instituto de México

Concierto - conferencia: Javier Álvarez (México)

Programa:

Cactus Geometries para cinta sola

Le repas du Serpent / Retour a la Raison para violonchelo, cinta y video

Alvaro González – violonchelo

Temazcal para maracas y cinta

Carmen María Alfaro –percusión

Metro Chavacano (1991) para cuarteto de cuerdas

Cuarteto de cuerdas UNA

Guido Calvo – violín I, Peter Nitsche - violín II, Patricia González - viola, Álvaro González – violonchelo.

20:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

“Muerte mía”

Espectáculo de danza, teatro, proyección multimedia y música, sobre poemas de Jorge Debravo.

Guión y dirección general: María Bonilla.

Creación de: Luis Emilio Aguilar, María Bonilla, Juan Carlos Calderón, Andrea Gómez, Madeleine Martínez, Manuel Ruiz, Fabián Sales, Maríalaura Salom, Luis Diego Solórzano, Selma Solórzano, Douglas Solano, Leonardo Torres, José Pablo Umaña.

Producción: Facultad de Bellas Artes, Teatro Universitario, Escuela de Artes Dramáticas.


>>> Viernes 25 de abril

9:00 – 12:00

Aula 100 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Mesa redonda: La influencia del nacionalismo en las propuestas actuales en América Latina. (Participan compositores e invitados especiales)

15:00

Escuela de Música

Universidad Nacional

Encuentro del compositor Javier Álvarez (México) compositores de música electroacústica

20:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

“Muerte mía”

Espectáculo de danza, teatro, proyección multimedia y música, sobre poemas de Jorge Debravo.


>>> Sábado 26 de abril

20:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

“Muerte mía”

Espectáculo de danza, teatro, proyección multimedia y música, sobre poemas de Jorge Debravo.


>>> Domingo 27 de abril

17:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

“Muerte mía”

Espectáculo de danza, teatro, proyección multimedia y música, sobre poemas de Jorge Debravo.


>>> Lunes 28 de abril

9:00 – 12:00

Aula 100 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Curso: El nacionalismo latinoamericano en su música

Aurelio Tello (Perú – México)

19:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

Concierto: Quinteto Miravalles, Ivette Ortíz - soprano

Programa:

Eddie Mora (Costa Rica, 1965) - Texto: Jorge Debravo (Costa Rica)

“In memoriam Jorge Debravo” (2008) para quinteto vientos y soprano (Estreno)

Elliot Carter (1908, Estados Unidos)

Woodwind Quintet (1948)

To Mademoiselle Nadia Boulanger

I. Allegretto

II. Allegro giocoso

Guido López Gavilán (Cuba, 1944)

¡Mambo! para Quinteto de Vientos (1990)

Fidel gamboa (Costa Rica – 1960)

Son de toros (2006)

Parrandera

Duelo

Mascarada


>>> Martes 29 de abril

9:00 – 12:00

Aula 100 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Curso: El nacionalismo latinoamericano en su música

Aurelio Tello (Perú – México)

19:00

Teatro de Bellas Artes

Universidad de Costa Rica

Concierto: “Martes por la noche”

Programa:

Pilar Aguilar (Costa Rica) – Texto: Jorge Debravo (Costa Rica)

Dos sonetos de amor humano

Músicos: Gonzalo Castellón – canto, Pilar Aguilar – piano.

Álvaro Esquivel (Costa Rica - 1951) - Texto: Jorge Debravo (Costa Rica)

Soy hombre

Guido López - Gavilán (Cuba, 1944)

Mi canción para voz y piano - Texto de R. Tagore

Mi canción

Cuando te canto

Lo que se puede, Maestro

Aurelio Tello (Perú - México)

Canción de cuna para despertar a un negrito – texto: N. Guillén

Músicos: Priscila Ballestero – canto, Federico Molina – piano.

Mario Alfagüell (Costa Rica, 1948)

“Impromptu” Opus 175 para vos tocando marimba

Carmen María Alfaro, percusión

Arturo Corrales (El Salvador, 1973)

Incantations” (Variations en noir et blanc) piezas cortas para dos

percusionistas

Músicos: Carmen María Alfaro y Ricardo Hernández, percusión

Cantata “Debravo” - Textos: Jorge Debravo (Costa Rica)

Música de: C. Castro, C. Escalante, E. Mora, M. Camacho, A. Cardona.

Café Chorale – David Ramírez - Director

Lidia Ester Torrientes - piano


>>> Miércoles 30 de abril

9:00 – 12:00

Aula 100 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Curso: El nacionalismo latinoamericano en su música

Aurelio Tello (Perú – México)

19:00

Sala 107 - Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Recital de obras para piano de compositores latinoamericanos

Manuel Matarrita – piano

Programa:

Juan Vicente Lecuna (Venezuela, 1891-1954)

Dos Sonatas de Alta Gracia

I. Allegretto

II. Cantabile, con molta espressione- Piu mosso

Agustín Barrios “Mangoré” (Paraguay, 1885-1944)

Transcripción para piano de Carlos Payés (El Salvador)

La Catedral

Preludio (Saudade)

Adagio religioso

Allegro solemne

Ernesto Nazareh (Brasil, 1863-1934)

Faceira (Valsa)

Odeon (Tango brasileiro)

Confidencias (Valsa)

Sagaz (Tango brasileiro)

Heitor Villa - Lobos (Brasil, 1887-1959)

“Impressoes seresteiras”, del Ciclo Brasileiro

Carlos Guastavino (Argentina, 1912-2000)

Sonatina en sol menor

I. Allegretto

II. Lento muy expresivo

III. Presto

Ernesto Lecuona (Cuba, 1899-1963)

Tres miniaturas

Bell flower

Music box

Polichinela

Julio Fonseca (Costa Rica, 1885-1950)

Leda (Vals Intermezzo)

Gonzalo Vidal (Colombia, 1863-1943)

La última lágrima (Pasillo)

Bambuco-Impromptu


>>> Viernes 2 de mayo

9:00 – 12:00

Aula 100 – Escuela de Artes Musicales

Universidad de Costa Rica

Curso: El nacionalismo latinoamericano en su música

Aurelio Tello (Perú – México)


Agradecimientos

María Pérez
Vicerrectoría de Acción Social UCR
Facultad de Bellas Artes
María Bonilla
Escuela de Artes Dramáticas
Teatro Universitario
Alberto Murillo
Escuela de Artes Plásticas
María Clara Vargas
Escuela de Artes Musicales
Giselle Boza
Emisoras Culturales de la UCR
Instituto Nacional de Música
Escuela de Música, Universidad Nacional
Ángel Ramírez
Programa Identidad Cultural, Arte y Tecnología ICAT
Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística CIDEA
Pedro González
Instituto de México
Mario Campos
ACAM (Asociación de Compositores y Autores Musicales)


Músicos

Cuarteto de cuerdas UNA
SAXUCR
Carmen María Alfaro
Quinteto Miravalles
Erasmo Solerti
Elena Kharina
Debora Singer
Alvaro González
Alejandro Gutiérrez
Banda Sinfónica del INM
Ifigenia Lejarza
Manuel Matarrita
Federico Molina
Priscila Ballestero
David Ramírez
Café Chorale
Lidia Ester Torrientes
Raquel Ramírez
Gonzalo Castellón

Compositores

Aurelio Tello
Guido López – Gavilán
Javier Álvarez
Eddie Mora
Alejandro Cardona
Marvin Camacho
Carlos Castro
Carlos Escalante
Otto Castro
Pilar Aguilar
Álvaro Esquivel
Fidel Gamboa
Mario Alfaro
Arturo Corrales
Hann Holger Rutz
Rodrigo Sigal
Federico Reuben
Tito Oses
James Bohn
Juan Vicente Lecuna
Agustín Barrios “Mangoré”
Ernesto Nazareh
Heitor Villa – Lobos
Carlos Guastavino
Julio Fonseca
Ernesto Lecuona
Gonzalo Vidal

Video artistas

Cem Akkan
Hee – Seung Choi
Ana Martén
Lucía Madríz
Camila Villagrán
Ana Muñoz
María Bonilla